La reedición de un libro sobre este actor mexicano ha creado polémica en México, ya que el mismo lo acusa de obsesivo, solitario y alcohólico.
Todos lo recordamos como Cantinflas, aquel personaje jocoso e inocente que nos hacía reír con sus ocurrencias y que está considerado como icono de la cultura latina. Pero el actor que le daba vida, Mario Moreno, tenía una existencia no tan alegre y ligera como el personaje que le dio la fama mundial, ya que estuvo rodeado de personas interesadas que sólo lo buscaban por su dinero; igualmente, la soledad siempre era su mejor acompañante y su hijo adoptivo, también llamado Mario, fue su más grande obsesión. Todos estos detalles aparecen en el libro “Mario Moreno y Cantinflas rompen el silencio” de la escritora Guadalupe Elizalde, el cual fue recientemente reeditado, ya que vio la luz por primera vez en 1994 y fue trabado en aquella época por la familia del artista, porque dejaba mal parado al actor mexicano, así como a sus seres más cercanos. Entonces, comenzó una demanda legal que terminó en la prohibición de la obra. Hoy, 15 años después de su publicación, el libro fue publicado en América Latina, pero aun sigue siendo prohibido en México por razones legales.
Una carrera triunfal pero una vida triste
Según la investigación de Elizalde, las películas de Cantinflas eran éxitos de taquilla pero su vida estuvo plagada de fracasos amorosos, soledad e incomprensión por parte de sus seres queridos. A pesar de ser uno de los iconos de la cultura mexicana, Moreno rechazaba a su país y a su raza latina. Siempre soñó con ser rubio y de ojos claros, y esta obsesión hizo que se relacionara con mujeres extranjeras y de belleza nórdica. Su primera esposa fue una lituana llamada Valentina Ivanova. Se conocieron en 1931 cuando la carrera actoral de Mario apenas estaba comenzando. La chica provenía de un circo familiar que huyó del régimen comunista de la desaparecida Unión Soviética y, como tal, tenían graves problemas monetarios por vivir de manera ilegal en México. Tres años después se casaron y al artista le tocó mantener a los parientes alcohólicos de su esposa en los tiempos de penuria económica. Por otra parte, múltiples exámenes médicos determinaron que Moreno no podía tener hijos, entonces decidió junto a su mujer, adoptar a un niño norteamericano. La madre biológica del infante, Marion Roberts, vivía chantajeando al artista para que le diera dinero de manera constante, de lo contrario, ella armaría un escándalo público y hasta lo amenazó con decir a la prensa que el verdadero padre del niño era el mismo artífice mexicano. La situación se empeoró cuando Roberts se suicidó, dejando una carta en la cual acusaba a Mario de todos sus males y penurias. Después de este escándalo, los Moreno se dedicaron a criar al pequeño -quien fue bautizado como Mario Arturo- pero cuando apenas cumplió cinco años de edad, a Valentina le diagnosticaron cáncer en los huesos y el 05 de enero de 1965, murió en Texas, EE.UU. a pesar de todo el esfuerzo físico y monetario de su marido para salvarle la vida.
Soledad y alcoholismo
Después de su viudez, a Mario Moreno nunca más se le vio con mujer alguna. Se alejó de la familia de su esposa luego que viera como se disputaban las joyas y la ropa de Valentina en su propia cara. Tuvo amantes secretas y se le relacionó sentimentalmente con varias famosas, pero dichos romances fueron sólo rumores y nada más. Sorpresivamente contrajo nupcias con una norteamericana llamada Joyce Jett, con quien compartió muy poco tiempo, pero esta relación le costó 26 millones de dólares al momento de divorciarse, ya que la mujer le exigió la separación de bienes. A partir de ese momento, el actor se dedicó en cuerpo y alma a la actuación, pero descuidó la crianza de su hijo, trayendo esto como consecuencia el uso de drogas por parte del muchacho. Intentó controlarlo, pero sólo recibía a cambio insultos y reproches. Llegó al colmo de llamar a Mario Arturo “Mi mayor fracaso”, incluso se fueron a los golpes en varias oportunidades y llegó un momento en que ninguno quiso saber del otro. Con el tiempo, lograron reconciliarse, pero su hijo no dejó los vicios y despilfarraba el dinero de su padre en fiestas y en mujeres. El actor cayó en una gran depresión y se refugió en el alcohol, problema que escondió hasta el final de sus días.
El otro lado de la moneda
El libro también describe a Mario Moreno como un hombre de gran corazón, generoso y preocupado por lo más necesitados. Sus ratos libres los dedicaba al coleccionismo y en su casa albergaba una habitación llena de relojes de todos tamaños y modelos, así como de hojillas de afeitar. Fue compadre de Jorge Negrete, pero después de una discusión, se terminaron odiando de por vida. Comía solo carne norteamericana y la mandaba a traer mensualmente, pagando grandes cantidades de dinero para complacer este capricho. Odiaba ver sus películas y más de una vez se preguntó por qué había nacido en México, a pesar de que fue el más grande representante de ese país en el mundo del espectáculo.
José Luis Mata - 2009
"Cantinflas" es uno de los personajes iconos de la comedia latinoamericana
A Mario Moreno siempre le gustaron las mujeres de belleza nórdica, en la foto aparece con la actriz Irán Eory
Una de las escenas de sus películas..
ACTORAZO...ACTORAZO.
ResponderEliminarTODOS SOMOS HUMANOS IMPERFECTOS.
TENEMOS QUE RECORDAR LO QUE VALE LA PENA..
GRAN ACTOR.
Exactamente! así lo veo.
EliminarExactamente! así lo veo.
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