Ritmo Visual: Phil Collins - "Ya dejé de ser lo que era"

Después de varios años de ausencia, este músico británico retorna al mundo del espectáculo con un disco que recopila música de intérpretes de los años 60 y 70.

En una rueda de prensa en Europa, el artista se mostró cansado físicamente y comentó, entre otras cosas, que no quería volver al ámbito artístico para dedicarse de lleno a su familia

Phil Collins está considerado el mejor baterista del mundo. Desde sus inicios con la banda Génesis a finales de los sesenta, hasta su época como solista, este cantautor ha vendido más de 150 millones de discos en el mundo entero.

Radicado en Ginebra, Suiza, Collins vive con sus hijos pequeños, fruto de un tercer matrimonio y el pasado 13 de septiembre editó su nuevo álbum titulado “Going Back” (De vuelta al pasado) en el cual interpreta clásicos de la música contemporánea. Este músico inglés ofreció una rueda de prensa la semana pasada en Londres, Inglaterra, para promocionar su más reciente producción. He aquí lo más resaltante de este encuentro con los medios.

-¿Cuál es la razón de que vuelva a grabar un disco después de seis años de silencio?

-La verdad es que no tenía intención de grabar otro disco, ni tampoco sentía ganas de volver a subirme a un escenario. Pero tengo un representante que parece que siempre quiere que trabaje, y para tentarme me dijo: "¿Por qué no haces un disco de versiones? Siempre te ha gustado cantar canciones de otra gente...". Y para serles sincero, siempre había deseado hacer un disco de versiones. En los ochenta grabé el tema You can't hurry love de The Supremes, que era una canción de Motown, porque me encanta la música hecha por los músicos de color de los 60 y 70, ya que me crié escuchando Motown. Así que para mí era una oportunidad muy bonita cantar estas canciones que solía escuchar en mi adolescencia.

-¿Pero el disco tiene su “toque” personal?

-Por supuesto, el álbum contiene mis canciones favoritas; las he grabado y mezclado de tal forma que son fieles a las originales, es decir, que suenan como si fueran de los años sesenta. Y esto ha sido muy divertido, porque ahora, con la tecnología que hay, es muy difícil hacer cosas que no suenen perfectas. Mi técnico de sonido es además magnífico y está acostumbrado a hacer discos contemporáneos. Pero le dije: Mira, no quiero hacer un disco contemporáneo, quiero hacer uno antiguo, uno que suene como cuando estás friendo un huevo frito como cuando ponías la aguja del tocadiscos. Nos propusimos ese reto y terminamos 29 canciones. De ellas, 18 están en el álbum; las otras 11 saldrán en algún otro momento, quizá en una edición especial. Ha sido, de verdad, uno de los discos más divertidos que he hecho.

-¿No ha compuesto nada nuevo en todo este tiempo?

-No. Hace poco volví a bajar al estudio a escuchar algunos temas que escribí hace unos años. Pero son muy tristes porque las compuse justo después de un divorcio. A mí me resultan muy conmovedoras, pero no estoy seguro de querer que las escuche la gente. Hace poco he dicho que, aunque he dejado ya de ser lo que era, siempre escribiré música, pero puede que esas composiciones sean solo para mí.

-¿Es cierto que durante todo este tiempo de ausencia artística se dedicó a la pintura?

-Sí. Pinto con acuarelas, porque no sé pintar al óleo. Y parece que la mayoría de mis cuadros gustan a la gente. No son increíbles, pero tengo algunos enmarcados porque me parecen bonitos. Como me encanta el agua, he terminado pintando barcas, islas, lagos. Me encanta pintar, aunque últimamente no lo he hecho porque tengo problemas con las manos.

-¿Qué le pasa en las manos?

-Hace dos o tres años, el grupo Génesis se volvió a juntar para ir de gira mundial. Y durante mi estadía en los Estados Unidos ya no sentía los dedos, las vértebras me estaban oprimiendo la médula espinal; quizá se deba a haber estado tantos años tocando la batería con una mala postura. Recuerdo que el día que toqué con mi hijo mayor, que hizo también un disco, me dolió mucho el brazo por la noche. Lo que pasó fue que ese día, por el estrés o por la tensión, se pinzó un nervio y no se recuperó nunca. Creo que ya está arreglado con varias operaciones que me han hecho, pero hasta dentro de un año no lo sabré con certeza, porque el nervio tarda un tiempo largo en regenerarse.

-¿Y cómo hizo para poder tocar la batería en su nuevo disco?

-Para poder grabarlo me tuve que atar la baqueta a la mano con cinta adhesiva. Lo peor es que no puedo ni cortar pan con esa mano. Bueno, poder, puedo hacerlo, pero tardo muchísimo. No puedo usar la mano y encima soy zurdo. Pero no pasa nada, mientras esté vivo seguiré creando arte, así sea con una mano.

José Luis Mata – joseluismatasanchez@gmail.com - @Mata_JoseLuis

2010